¡Hola!
Aquí estoy, inaugurando mi blog. Llevo días posponiéndolo, intentando buscar un mejor momento para escribir este post o diciéndome a mi misma que lo escribiré cuando el diseño, los apartados, secciones... estén perfectos, pero me conozco y sé que si no me pongo a ello acabaré por no hacerlo.
La verdad es que no sé cuanto durará esto. No soy la persona más constante del planeta y sé que una de las primeras premisas si quieres tener un blog es precisamente eso: la constancia. Sin embargo, que no se diga que no lo voy a intentar. ¿Qué se le va a hacer? Me gusta ir contra corriente.
Lo que encontrarás en Perdida en el ático será todo aquello que se me pase por la cabeza y piense que merece tener un post pero, sobre todo, reseñas literarias, opiniones sobre series que estoy viendo, películas o cualquier cosa interesante que encuentre por internet y quiera compartir con vosotros.
¿Por qué perdida en el ático? Bueno, porque he usado un ático como símil de mi cabeza. El ático es la parte más alta de una casa, y muchas veces donde guardamos todos nuestros recuerdos, trastos que ya no queremos y miles de cosas de las que nos terminamos olvidando. En mi caso, cada vez que tengo que subir a él para algo me acabo perdiendo en historias pasadas. Con mi cabeza pasa exactamente lo mismo. Como escritora -o intento de ello -, tengo almacenados recuerdos, ideas, historias, momentos e incluso cientos de personajes que están deseando salir a la luz y que conforman, de un modo u otro, la persona que soy.
O simplemente es que tengo personalidad múltiple (kidding).
Por el momento, nada más. Nos vemos en mi siguiente entrada.
See you!
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